Tratado de libre comercio
Un
Tratado de Libre Comercio (TLC) consiste en un acuerdo
comercial regional o bilateral para ampliar el mercado de bienes y
servicios entre los países participantes. Básicamente, consiste en la
eliminación o rebaja sustancial de los
aranceles para los bienes entre las partes, y acuerdos en materia de servicios. Este acuerdo se rige por las reglas de la
Organización Mundial del Comercio (OMC) o por mutuo acuerdo entre los países.
Un TLC no necesariamente conlleva una integración económica, social y política regional, como es el caso de la
Unión Europea, la
Comunidad Andina, el
Mercosur y la
Comunidad Sudamericana de Naciones.
Si bien estos se crearon para fomentar el intercambio comercial,
también incluyeron cláusulas de política fiscal y presupuestario, así
como el movimiento de personas y organismos políticos comunes, elementos
ausentes en un TLC.
Históricamente el primer TLC fue el
Tratado franco-británico de libre comercio (o Tratado de Cobden-Chevalier) firmado en
1860 y que introduce también la cláusula de
nación más favorecida.
Lista de las Zonas de Libre Comercio
Tratados de Libre Comercio Actuales
Esta es la lista de zonas de libre comercio entre tres o más países, principalmente notificada a la
GATT/
Organización Mundial del Comercio y tratados
en vigencia. Cada
unión aduanera, comercio común o una unión económica y monetaria cuenta con una
zona de libre comercio. Los pequeños acuerdos, que son parte de uno mayor no figuran.
Objetivos oficiales de un TLC
Los principales objetivos de un TLC son:
- Eliminar barreras que afecten o mermen el comercio.
- Promover las condiciones para una competencia justa.
- Incrementar las oportunidades de inversión.
- Proporcionar una protección adecuada a los derechos de propiedad intelectual.
- Establecer procesos efectivos para la estimulación de la producción nacional.
- Fomentar la cooperación entre países amigos.
- Ofrecer una solución a controversias.
Los tratados de libre comercio son importantes pues se constituyen en un
medio eficaz para garantizar el acceso de productos a los mercados
externos, de una forma más fácil y sin barreras. Además, permiten que
aumente la comercialización de productos nacionales, se genere más
empleo, se modernice el aparato productivo, mejore el bienestar de la
población y se promueva la creación de nuevas empresas por parte de
inversionistas nacionales y extranjeros. Pero además el comercio sirve
para abaratar los precios que paga el consumidor por los productos que
no se producen en el país.
Formalmente, el TLC se propone la ampliación de mercado de los
participantes mediante la eliminación de los derechos arancelarios y
cargas que afecten las exportaciones e importaciones. En igual sentido
busca la eliminación de las barreras no arancelarias, la liberalización
en materia comercial y de subsidios a las exportaciones agrícolas, la
reestructuración de las reglas y procedimientos aduanales para agilizar
el paso de las mercancías y unificar las normas fitosanitarias y de otra
índole. Sin embargo, esto no es igual para ambas partes, en el caso del
TLC EUCA, los Estados Unidos conservan intactos las medidas protectoras
y
subsidios a sus agricultores mientras los centroamericanos deberán dejar a los suyos desprotegidos.
Ejemplos de tratados de libre comercio en América Latina
- Tratado de Libre Comercio de América del Norte - TLCAN
- Área de Libre Comercio de las Américas - ALCA (en proyecto)
- Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana
- Tratado de Libre Comercio entre Perú y Estados Unidos
- Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos
- Tratado de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos
- Tratado de Libre Comercio entre México y Japón
- Alianza del Pacífico
-
Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos
El Acuerdo de Promociones Comerciales entre Estados Unidos y Colombia tambien llamado TLC (en inglés Colombia Trade Promotion Agreement (TPA)), es un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos.
Aprobado el 10 de octubre del 2011 por el congreso de los Estados
Unidos y en vigencia desde el 15 de mayo de 2012. Éste tiene diferentes
fines que en cierta forma favorecen a los dos países.
El diario El Tiempo aseguraba que se debían llevar a cabo ciertas reformas para que este tratado sea aceptado por el congreso de Estados Unidos.1 En diciembre de 2007 las compañías más importantes de Estados Unidos (entre ellas Microsoft, Coca Cola, General Motors y Wal-Mart) enviaron cartas al Congreso de ese país pidiendo la aprobación del presente tratado.2
Desde abril de 2008 la votación para su aprobación quedó aplazada después de que el expresidente George Bush enviara el tratado de manera intempestiva para su aprobación, lo que fue considerado como una presión indebida por parte del Partido Demócrata en cabeza de la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi.3
Durante la campaña presidencial del 2008 en Estados Unidos el tema
del tratado salió a relucir en algunas ocasiones. El entonces candidato
por el Partido Republicano de los Estados Unidos John McCain manifestó en un debate televisado su respaldo, mientras el entonces candidato por el Partido Demócrata de los Estados Unidos el Presidente Barack Obama manifestó que no le parece conveniente mientras en Colombia persistan las violaciones a los derechos humanos de los sindicalistas. [cita requerida]
El 21 de octubre de 2008, el Asesor para Asuntos Hemisféricos de la
campaña demócrata, Dan Restrepo, manifestó que Obama comprende la
importancia de Colombia para Estados Unidos y que eventualmente podría
revaluar la conveniencia del tratado.
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Aprobación
Debido a la política comercial del país por la cual el Gobierno
Nacional se propone trabajar en la inserción de Colombia en el entorno
internacional, con relaciones bilaterales que promoverán los intereses
económicos y comerciales, buscando incentivar la inversión. El caso
particular de Estados Unidos, el Plan Nacional de Desarrollo establece
que se debe avanzar en el aprovechamiento de las preferencias
unilaterales y que se harán esfuerzos dirigidos a consolidar un acuerdo
de libre comercio con dicho país, por lo cual no es extraño el curso que
el tratado tome en el congreso.[1] En un inicio el tratado fue aprobado en el Congreso colombiano con la negativa de las bancadas de la oposición de la izquierda y centro izquierda, en los partidos del Polo Democrático Alternativo y Partido Liberal Colombiano, pero más tarde el principal opositor de este proyecto sería el Congreso de Estados Unidos que no lo aprobó después de que el Partido Demócrata
alcanzara las mayoría en el congreso de ese país y cambiaran las
posturas frente a las políticas del gobierno Bush. A pesar de las
negativas y del deterioro de las relaciones entre el Gobierno de
Colombia y el congreso de Estados Unidos, el entonces presidente no cesó
en su empeño por la aprobación del TLC. A esto se suma la presión que
sobre los demócratas ejercen los sindicatos estadounidenses que no ven
con buenos ojos los TLC. Durante la administración del presidente Barack Obama El Congreso de los Estados Unidos aprobó el tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos
el 12 de octubre de 2011. En el caso de la Cámara de Representantes, el
acuerdo pasó con 262 votos a favor y 167 en contra. De ellos 31 fueron
demócratas y 231 republicanos. En el Senado el resultado fue 66 votos a
favor y 33 en contra.5
Historia
El 27 de febrero de 2006 se finiquitó este Tratado entre Colombia y
Estados Unidos, después de 21 meses, 15 rondas y 100 reuniones entre las
partes.6
De parte de ambos gobiernos el tratado ya fue aprobado. En cuanto a su
trámite legislativo, para entrar en vigencia con rigor legal, debió
surtirse su ratificación por parte de los congresos de Estados Unidos y
Colombia. El Congreso Colombiano ratificó el TLC, mediante ley 1143 del 4
de julio de 2007 y la Corte Constitucional, lo declaró ajustado a la
constitución, el 24 de julio de 2008, por medio de la sentencia C-750 de
2008.
Por su parte, en Estados Unidos, al final del mes de agosto de 2006 el presidente George W. Bush entregó al Congreso de los Estados Unidos el texto final del acuerdo, para su discusión y aprobación.
Finalmente, el tratado entre Colombia y Estados Unidos, fue aprobado
por el Congreso Norteamericano, el 10 de octubre de 2011, el cual entra
en un proceso de traducción técnica y modificaciones correspondientes a
la aplicabilidad, proceso que durará entre 6 meses a un año.
La demora en la aprobación definitiva del TLC Colombia-USA, por parte
de los congresos de ambos países, puso en aprietos a los exportadores
que disfrutan de los beneficios arancelarios de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Erradicación de Drogas (ATPDEA).7
Efectos positivos
Los partidarios del Tratado consideran que tiene los siguientes efectos favorables:
- Un acceso sin aranceles a los Estados Unidos para casi el 100 por ciento de la oferta industrial colombiana exportable, lo cual debe no solo mantener el empleo actual en el sector sino generar nuevas plazas.[2]
- La generación de estabilidad jurídica para los inversionistas y el
posicionamiento como una plataforma de entrada a los EEUU para los
empresarios de terceros países (lo cual se debe traducir en mayor
inversión nacional y extranjera en la nación, aunque en un monto difícil
de cuantificar con exactitud debido a que es muy difícil de calcular).[3]
- El aporte de algunos puntos porcentuales al crecimiento económico: la cifra de este aporte también permanece sin consenso.[4]
- La mejora de la percepción internacional que se tiene de Colombia en
el exterior lo cual debe "reducir en algo el riesgo del país y el costo
de endeudarse en el exterior".[6]
- El acceso (en una proporción difícil de precisar) de las empresas colombianas a las compras del sector público estadounidense.[7]
- El fortalecimiento de los controles a la biopiratería, lo cual debe mejorar la protección de la biodiversidad colombiana y demás conocimientos tradicionales.
- El acceso a capacitación, asistencia técnica y transferencia de tecnología, en unos cuantos ámbitos, en el marco de los proyectos de cooperación internacional pactados en el TLC (esto debe hacer a las empresas beneficiadas más competitivas y productivas).[8]
- El facilitar (en alguna medida) el acceso de algunos profesionales colombianos a los Estados Unidos con el fin de prestar servicios.
- Además, aún se tendría tiempo de inclinar aún más la balanza al favor de Colombia alcanzando objetivos como la homologación
de títulos colombianos en los Estados Unidos, el pactar normas de
origen aún más flexibles para exportadores colombianos, el ampliar el
monto total del fondo de capital de riesgo que se va a crear, y (tal vez
la más importante de todas) la creación de un comité bilateral
permanente con carácter decisorio que brindaría un acceso real a
exportaciones colombianas agrícolas, de forma que Colombia podría
explotar intensivamente sus ventajas comparativas sostenibles en el
tiempo, que irriguen empleo y riqueza en toda la nación colombiana.[9]
El tratado fue aprobado y entra en vigencia el 15 de mayo de 2012
entre los 2 países, esto se aprobó en la Cumbre de las Américas hecha en
Cartagena del 9 de abril al 15 de abril del 2012.
Efectos negativos
Los que están en contra del TLC argumentan en general que en el
balance neto Colombia seguiría obteniendo una mínima ganancia, muy lejos
de la que se esperaba al iniciar este proceso.
[10]
Críticas de generales
- 'Distribución desigual de ventajas del TLC: El gobierno
asumió oficialmente que hay ganadores y afectados cuando este tratado
entraría en el vigor. Diferentes sindicatos han expresado su rechazo a
ese acuerdo al considerarlo perjudicial para la economía nacional,
principalmente en los aspectos agrícolas y de propiedad intelectual.8
Sectores perjudicados son el arroz, el trigo, el maíz, el azúcar, la
avicultura, la ganadería vacuna y la porcicultura. Van a resultar
afectados, no porque desaparezcan, sino porque ahora van a tener que
ganar menos, trabajar más y competir más. En todo caso, habrá unos
cambios estructurales muy grandes si el TLC entrara en vigor. Los
sectores más tocados por estos cambios serán: el sector agropecuario, el
sector de la salud pública (se afecta el acceso a la salud por el
acápite del mismo en el que los monopolios farmacéuticos norteamericanos
“lograron subir los estándares de protección de su sector, por encima
de los parámetros de la OMC...Eso se reflejará en menor competencia,
mayor monopolio y, por ende, el incremento de los precios al consumidor”9
), el sector industrial (por la entrada de productos remanufacturados
que competirían con los productores nacionales a muy bajos costos).
- Falta de consulta popular
(que sería imprescindible en un asunto tan importante). Las disputas
alrededor del TLC son incrementadas por la ausencia de una consulta
popular al respecto. Hasta ahora, diferentes gremios, sindicatos y
ciudadanos comunes han expresado su rechazo a ese acuerdo al
considerarlo perjudicial para la economía nacional, principalmente en
los aspectos agrícolas y de propiedad intelectual.8
Otros sectores económicos resultan claramente beneficiados, como las
confecciones, las flores, los plásticos y los artículos de cuero. Frente
a estas amplias divergencias, una consulta popular podría ser útil.
- Falta de evidencia empírica de la utilidad de tratados similares: De seis países que firmaron recientemente tratados similares (Israel, Canadá y México, Australia, Chile, Singapur y CAFTA-RD),
en tres de ellos aumentó la participación en las importaciones desde
los EEUU, en uno más el efecto fue neutro y en dos más se ha reducido la
participación en las mismas. Es evidente de que la "competitividad" de
países como los del Sudeste Asiático se sustenta en los salarios bajos
de sus trabajadores.
- La posibilidad de comprar varios tipos de seguros
a compañías norteamericanas se podría convertir en un problema para las
instituciones financieras y compañías del sector y en un factor de
inestabilidad para Colombia.[11]
- Por el lado de los ingresos tributarios
aún no se tiene claridad sobre lo que podría suceder. (El Departamento
Nacional de Planeación de Colombia estima que con la disminución de los
aranceles el fisco nacional tendría una perdida de 600 millones de
dólares lo cual parecería a todas luces negativo dada la actual
situación de déficit fiscal colombiano, pero otras instituciones estiman que lo que se perdería por concepto arancelario se recuperaría vía IVA e impuesto de renta
–sin necesidad de aumentar la tasa impositiva - como producto de un
mayor dinamismo en la economía, un creciente intercambio comercial y
unas mayores tasas de crecimiento.
Citas
- Entrevistado por la BBC,Jorge Enrique Robledo, senador del opositor Polo Democrático Alternativo,
quien ha pronosticado ocho de las últimas dos crisis, considera que el
TLC "es un acuerdo de mula y jinete", que generará más pobreza y con el
cual solo ganan los Estados Unidos. Entre otras cosas, él dijo: "Para
vender un par de zapatos en Nueva York hay que derrotar nada menos que a
la supereconomía exportadora china." Jorge Robledo, senador de la
oposición.10
- Por su parte, Javier Díaz, presidente de la Asociación Colombiana de Comercio Exterior
(Analdex), cree que, en términos generales, "el país gana con el TLC,
porque tiene un contrato de estabilidad en las reglas del juego con su
principal socio comercial".